sábado, 10 de enero de 2009

Primero

Es probable que esto termine igual que como todos mis escritos. Guardados en un cajón esperando a ser leidos por algún extraño ser, que quiera sumergir sus pensamientos en interminables palabras de algún día de tristeza. Pero eso hoy no importa, porque ando de un pesimo humor, y esto hace calmar mis ansias que tan ocupadas andan en llenar mi cabeza de estúpidas fantasias de cuentos de princesas. Me llamo Azul. Azul que no tiene mi vida en estos momentos, ya que se trasformo en un gris oscuro plagado de un hipócrita pesimismo. Curso el ultimo año de colegio, por lo que pensaran que soy una indecisa adolescente que no sabe para donde disparar su rumbo. Y créanme, es así. Vivo en una realidad, como cualquier otra, tengo amigos, ex, enemigos, padres y hermanos. Tengo 2 gatos, y un perro, los cuales están olvidados, hasta que algún día de interminable soledad me hace perseguirlos, o algún oculto cigarrillo en el patio me obliga a jugar con ellos. Pobres de mis animalejos, siempre fueron mi fiel compañía y nunca les preste demasiada atención. Deberia cambiar esta situaron. De esto en parte se trata lo que deseo relatar. Quiero expresar este periodo de transición por el que viajo, quiero dejar huella de esos desordenados sentimientos que cambian tan rotundamente como el clima en estos tiempos. ( valga la redundancia, pero si este mundo sigue así, pronto ya no habra mas mundo).
Para sumergirlos un poco mas en mi mundo, hace unas horas decidí hacer un clic en la vida que llevo. Decidí que no iban de la mano con los cambios que se aproximan en mi vida, algunas cosas, que no sabia bien cuales eran. Estaba confundida, triste, desorientada. Había algo de más, que estorbaba, y no compatibilizaba con mis metas personales, ni con lo basico que podía llegar a esperar. Digamos que, mi relación de hace 3 años con, llamémoslo “Juanito banana”, no daba para mas hacia un largo tiempo, y pude darle de baja, como también a mis interminables cuernos que no dejaban de crecer cada día. Había sido el sueño, no lo niego, aunque nunca me había quitado el sueño. Era el hombre perfecto para ser padre de mis hijos, era el sol que me había rescatado de las nubes cuando menos lo espera, era la estabilidad de una relación segura, como también el clavo para sacar a otro. Era todo lo que podía esperar de un hombre, pero justamente ERA. Porque en el último tiempo (pongámosle en el último año) todo se había transformado en un infierno de peleas, celos, desconfianza y desgano. Todo era un tira y afloje, un corte y vuelvo que siempre desembocaba en lo mismo, la nada. No podíamos tener pensamientos en común, y claro está nuestros caminos se habían distanciado rotundamente. Él seguía en la pendejada pura, en el histeriqueo. Nuestros valores ya no eran los mismos, y yo soñaba con el príncipe azul que me despertara con rosas, mientras él pensaba en cuantos petes iba a tener esa noche.
El cigarrillo comenzaba a consumir mis pulmones, como él mis ganas de creer en el amor puro, que iba más allá de todo. Con el corazón en la mano, y un vaso etílico en otra decidí que había llegado el fin. Mis días de soledad en compañía, iban a ser cambiados por la soledad misma, y la búsqueda insaciable de ese amor verdadero.

viernes, 26 de diciembre de 2008

Bienvenida

Es la primera vez que escribo aca, y todavia estoy tratando de aprender a usarlo.
Nunca me lleve bien con la tecnologia, ni con los teléfonos celulares, ni con las computadoras...bastante que se poner un dvd en funcionamiento.
Pero en fin, decidí crearme una cuenta aca. Decidí principalmente publicar en algún medio público, lo que hace un tiempo escribo; lo que me llena tanto escribir.
Dejo a gusto de cada uno decidir si es real o ficción, especialmente elegir qué es verdad y qué es ficción.
Y espero sus más sinceras opiniones, que me permitirán crecer día a día y poder mejorar en lo que hago y tanto me apasiona hacer.
No sé cómo hacer para que lo lean, tampoco sé si les va a interesar o atrapar, estoy todavía en las nubes, pero allá voy...